Burke Psychiatric Hospital {Confirmación Elite}

En el año 1939, el Doctor Magnus Burke fundó en la ciudad de Los Angeles el Burke Psychiatric Hospital con el objetivo de curar a aquellos niños y adolescentes con problemas mentales, y sin hogar. El hospital albergaba a cientos de jóvenes enfermos y huérfanos que vivían como en una jaula para ratas, conviviendo entre su propia basura y suciedades. El hospital era cada vez más famoso e incluso el doctor Burke era reconocido en la asociación mundial de psiquiatría, pero lo que nadie sabía, era que los métodos que utilizaban el doctor Burke y su equipo médico, eran inhumanos, crueles y despreciables. El desgraciado doctor introducía enormes agujas quirúrgicas a sus pacientes mediante las cuencas de sus ojos hasta llegar al cerebro y destruir el lóbulo frontal. Algunos muchachos sometidos al tratamiento no sobrevivían, y los pocos que lo hacían, despertaban con amnesia y los ojos inflamados dificultando por completo su visibilidad.

El doctor Burke era tan despiadado y desalmado, que incluso sometió a su propia hija adoptiva de cinco años de edad a sus experimentos, causándole la muerte después de un tortuoso año de experimentación.

Los experimentos continuaron y se mantuvieron en secreto durante tres largos años. Los cadáveres eran acumulados en el sótano del edificio como si de una fosa común se tratase. Una noche, mientras Burke practicaba el procedimiento a un pequeño niño de apellido Mackey, los pacientes armaron una revuelta destruyendo todo a su paso hasta llegar a los laboratorios donde se encontraba el doctor. Los enojados enfermos mentales encadenaron al doctor y lo torturaron hasta que lo mataron, para luego destruir por completo el resto del hospital causando un fuerte incendio. El cadáver de Burke jamás fue encontrado, y no hay testigos que confirmen su muerte.

Hace doce años, en el año 2000, el doctor Sebastian Collingwood, compró el terreno y reconstruyó el hospital, ampliándolo, sin embargo, hubo un edificio que no se atrevió a reconstruir: El edificio donde el doctor Burke hacía sus experimentos y donde presuntamente murió. “El edificio clausurado” como fue apodado, cerró sus puertas a pacientes y doctores por igual, y sólo dos personas tienen acceso a él: El doctor Collingwood, y Mackey, el encargado de mantenimiento. Sin embargo, el sótano de la construcción principal que ahora está en funcionamiento, conduce al sótano del lugar que vio cientos de asesinatos.

Algunas personas afirman haber visto “cosas inexplicables” en los pasillos del hospital. Muchos de los pacientes asesinados en 1939, 1940, y 1941, nunca abandonaron las instalaciones y casualmente se aparecen asustando a quienes los ven, pero hay seres que no se limitan simplemente a asustar. El malvado Magnus Burke fue uno de los que jamás dejaron el hospital; ahora se dedica a recordar a los pacientes sus peores temores y alimentarse de ellos para posteriormente asesinarlos. Se han registrado muchos casos de pacientes desaparecidos desde la reapertura del hospital, y muchos otros casos de suicidio.